

En 1968 el fútbol argentino se lleno de fútbol. San Lorenzo de Almagro escribió una de las páginas más gloriosas con un equipo sensacional que maravilló a propios y extraños: ¡Los Matadores!.
Resultaron los primeros campeones invictos del profesionalismo y este 4 de agosto tal notable coronación cumple 41 años. La final tuvo desarrollo en el estadio Monumental de Nuñez frente al Estudiantes de La Plata que venía disfrutando de un presente fantástico.
El Ciclón que dirigía Elba Padua de Lima "Tim", remontó un marcador adverso y ganó (2-1) merced a las anotaciones de Carlos Veglio y Rodolfo Fischer, ésta última dentro del tiempo suplementario. "Cuando vi a San Lorenzo y me ofrecieron la dirección técnica, ni lo dudé. Qué fácil resultó todo... Lo más difícil era encontrar alguien que se pusiera el n° 11 porque los jugadores tienen esos caprichos. Y llegó Veglio y se lo puso, asunto solucionado", contó el brasileño poco tiempo después de la conquista.
No habrá un equipo igual. Hasta se repetía de memoría. ¿Cómo era? Carlos Buticce, Sergio Bismark Villar, Oscar Calics, José Rafael Albrecht, Antonio Rosl; Alberto Rendo, Victorio Cocco, Roberto Telch; Pedro González, Rodolfo Fischer y Carlos Veglio, representaron al Club en la finalísima. Miguel Tojo, Juan Sconfianza, Agustín Irusta, Héctor Veira, Rolando Gramari, José Magliolo, José Martínez, Jorge Amado, Roberto Jorge D'Alessandro y Victor Doria, completaron el plantel. ¡¿Cuánto valdrían hoy estos jugadores?!
Y ni siquiera concentraban. "Sólo sirvió para que nos conozcamos todos, pero no debe ser una carcel ni un internado. El peor enemigo del jugador es el hastío, el aburrimiento. Yo pedí la concentración para que los muchachos aprendan a conocerme porque después todos tenían la responsabilidad suficiente para conocer sus obligaciones", declaró el entrenador en su momento. No había misterios y sí mucho fútbol, claro como el agua.
Llenaban estadios y los regaban de un fútbol pletórtico de calidad, jerarquía... ¡Alto nivel!. "El fundamento que predicaba era que se jugara hacia adelante. El fútbol ofensivo, el único que existe, es el que se juega hacia adelante. Así jugaba mi San Lorenzo" también llegó a señalar Tim.
El "Lobo" Fischer, resultó el máximo artillero azulgrana con trece anotaciones y el mismo misionero junto a Antonio Rosl, son los únicos que completaron los veinticuatro partidos que disputó San Lorenzo, de los que ganó dieciseis y empató ocho.
"Matadores... Matadores" gritaba la hinchada en cada partido. Vaya si lo eran. El fútbol argentino siempre les rindió pleitecía. Difícilmente exista un once que regale tanto fútbol.
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