San Lorenzo de Almagro cayó ante Argentinos Juniors (0 a 1) en La Paternal y no consiguió regresar a la victoria, sumando su tercera presentación sin conseguirla.
En el transcurso del período inicial, la formación azulgrana no estuvo firme en el mediocampo y eso lo aprovechó el equipo local para dominar la zona, complicarle continuamente la existencia a Guillermo Pereyra y Leonardo López Méndez en más de una oportunidad, y poner en serios aprietos a una defensa que atravesó varios momentos de zozobra.
El Ciclón mostró su mejor cara sólo al comienzo del juego, cuando Leandro Romagnoli y Juan Carlos Menseguez sintonizaron el mismo dial, enfocados ambos en gestar ofensivas. Después, se fue desinflando paulatinamente, cayendo en confusión y hasta impotencia.
Su mejor situación llegó a los cuatro minutos, luego de un tiro libre que desemboca en Guillermo Pereyra, cuyo remate fue despejado por el arquero Nicolás Navarro. Sobre los 21, Juan Carlos Menseguez ingresó en diagonal al área y definió desviado sobre el poste izquierdo. El resto lo construyó Argentinos, que justificó largamente el triunfo parcial y disfrutó la promisoria labor de Juan Mercier y Néstor Ortigoza, éste último, muy inteligente en su desenvolvimiento.
La ventaja de los 'rojos' se produjo en un deborde por la derecha, que capitalizó Blandi, quien remató bajo ante la salida de Palo Migliore.
En la etapa complementaria, Ramón Díaz organizó de una forma diferente el mediocampo, dotándolo de mayor solidez. Le dio minutos a Diego Rivero y a Salvador Reynoso, dos de positiva performance, quitando a Diego Herner y Leonardo López Méndez. Así, San Lorenzo recuperó el control del esférico y se adelantó varios metros en el campo.
Ya Leandro Romagnoli y Juan Carlos Menseguez no estuvieron solos, la estructura contó recorrido por las bandas, dejó una imágen más compacta y sumó entusiasmo. De tal manera, insistió sobre la valla de Nicolás Navarro, quizás sin demasiadas ideas pero sin resignarse. Inclusive, ingresó Sebastián Balsas por Gonzalo Rovira como variable en los balones áereos.
Las ocasiones llegaron, San Lorenzo de Almagro no supo como terminarlas, en algunos casos tomó decisiones desacertadas por culpa de la desesperación ante el score adverso mientras que Argentinos Juniors defendió bien, se abroqueló contra su área y provocó un par de contragolpes apremiantes.
Ahora, el equipo que conduce Ramón Díaz tendrá que recomponer fuerzas, acomodar piezas y encontrar ese rendimiento que fue capaz de desarrollar y que ahora añora. Pero pronto... porque llega el clásico ante River Plate, el último del año en casa.
