Placente en la marca. Foto: Olé Digital
Estudiantes de La Plata jugó su partido, completó el plan previsto por Alejandro Sabella y se quedó con las tres unidades en disputa, consolidando el liderazgo del Torneo Apertura 2010. Venció 0 a 1 y complicó las chances de un Ciclón que no supo cómo quebrar las ideas albirrojas.
Lo más fuerte de San Lorenzo, el mediocampo y la defensa, esta vez resultaron apremiados y constantemente obligados por un trabajo estratégico y físico exigente que desarrolló Estudiantes a partir de una fuerte marca a presión y motivando imprecisiones.
Le costó muchísimo a Juan Torres y Guillermo Pereyra encontrar la circulación y una correcta conexión con Leandro Romagnoli para gestar. En cambio, los albirrojos si lograron profundidad y mayor claridad, teniendo a Gastón Fernández punzante y a Juan Pablo Pereyra siempre atento.
La formación de Alejandro Sabella originó las mejores ocasiones y varias, como para hacer justo el triunfo parcial que conquistó Gastón Fernández a los 26 minutos tras una excelente maiobra individual que desairó a Damián Albil y a sus marcadores en el área.
¿Las otras oportunidades? A los 6 minutos, Damián Albil fue exigido por un disparo de Juan Pablo Pereyra, a los 11 minutos una resolución de Gastón Fernández se marchó cerca del poste izquierdo, a los 24 minutos Rodrigo Braña dilapió una ocasión que atajó el arquero azulgrana. El Ciclón, por contra, tuvo dos opciones: A los 15 minutos, un falta directa que ejecutó Leandro Romagnoli y no pudo capitalizar Jonathan Bottinelli y a los 40 minutos, Fernando Meza no llegó por poco a un centro de Diego Placente.
Recién al final, en los momentos en que Leandro Romagnoli (el más claro de toda la oncena) se erigió en uno de los valores más claros de la estructura, San Lorenzo de Almagro pudo organizar algunos avances de cierta peligrosidad en los últimos metros, pero no le sirvió para equilibrar el score ni los méritos visitantes.
En el segundo período, Ramón Díaz apostó a mayor fuerza en ataque y quitó a Juan Manuel Torres para brindarle minutos a Fabián Bordagaray. Así, no sólo el Ciclón logró posesión sino también acercarse con otras posibilidades a la valla que defendió Agustín Orión. Estudiantes, en tanto, cerró filas y se apoyó en la especulación de algún contragolpe. Apenas cruzó la mitad de cancha.
Ya, al minuto de acción, Juan Carlos Menseguez le robó un esférico a Germán Ré pero su centro no disfrutó compañía. Y a los 20, otra jugada clara. Guillermo Pereyra le cedió una asistencia larga a Fabián Bordagaray, que entró al área y remató sobre el travesaño.
San Lorenzo de Almagro fue y fue, quizás sin demasiada claridad y por ahí, equivocando los caminos, pero insistiendo constantemente, sobre todo por la banda que ocupó Fabián Bordagaray, que trató de juntarse con Leandro Romagnoli y Sebastián Luna cuando ingresó. Además, lo hizo por la izquierda. Sumó gente en campo rival. Contó actitud y disposición, faltándole algo de fortuna. Eso sí, abusó de los centros a Sebastián Balsas.
El cuadro visitante aguantó con los diez futbolistas de campo bajo las barbas de Agustín Orión, sin sonrojarse y siendo descaradamente defensivo, haciendo su negocio y complicándole las subidas al Ciclón con un escalonamiento de varios hombres, lo que le salió bien, neutralizando y poniendo impotente al once de Ramón Díaz. Así, soportó los embates y triunfó.
