El último manotazo de ahogado: la camiseta negra como cábala. Pobre San Lorenzo...
¿Optimismo? Ya no queda. Mal que nos pese, el presente futbolístico de San Lorenzo es calamitoso y nadie se puede ofender por este término, avalado por los fríos números que muestra que el equipo sólo metió dos goles en siete partidos y que perdió, quizá, los dos clásicos más fáciles de la historia. Por eso, Cholo, si todavía te queda algo de la inteligencia que mostrabas cuando jugabas, no hace falta que te echen de San Lorenzo. Date cuenta.
Aquel volante con categoría, presencia, destacado a nivel humano, hoy parece ser devorado por el obstinado cacique que llevaba el cuchillo entre los dientes, defendiendo algo que ya no tiene sentido: más allá de esporádicos puntos altos en el semestre pasado, más ligados a la suerte que al buen juego, San Lorenzo siempre fue un desastre desde que Diego Simeone lo conduce. La pobrísima campaña así lo expone. De hecho, en cuatro partidos fuera de nuestro Pedro Bidegain, perdimos tres. Sí, ganamos en Tucumán, como también podríamos haber empatado, pero perdimos con un baile de novela ante Estudiantes y ¡también con los peores Racing y River desde que tengo memoria! Porque si había clásicos ganables en este Clausura eran estos. Pero el equipo no juega a nada y sigue consolidándose como uno de los peores del torneo. Lo salva Central…
Pero ojo, también hay que admitir que por más que los planteos del Cholo sean errados, que se encapriche en ciertas situaciones, que a veces arriesgue de más y a veces arriesge de menos, hay individualidades que están defraudando. Comprendiendo que se recuperaron de lesiones, Romagnoli no está para jugar en la Primera de San Lorenzo y Menseguez parece un ex jugador. Y eso no es responsabilidad del entrenador. Sin embargo, él sí es responsable de no haber dado la cara en el Monumental, tras la derrota, lo mismo que los jugadores. Encima que no nos dan una alegría, tienen el tupé de no hablar con el periodismo para conceder una explicación para que los hinchas intentemos entender por qué se llega a esto.
Otra responsabilidad del técnico es la demostración de solvencia que hace Fernando Meza cada vez que juega. Y el Cholo no lo tenía en cuenta. Con este pibe, que fue el mejor de San Lorenzo en el Monumental, tenemos la garantía de contar con un defensor de gran categoría en el corto plazo, sin tener que salir a buscar desesperadamente a cualquier paquete que a los seis meses se quiera ir por dos dólares más que le oferte otro club. De la mano de Meza, llegó la hora de los pibes.
Lejos de todo, con la solitaria aspiración de clasificar a la Copa Sudamericana, basta de jugadores sin respuestas. Es el momento de darles pistas a los pibes, para que en el semestre que viene estén fogueados de verdad y puedan sumar en un equipo austero, con pocas figuras. Es la hora del Pulpito González (él enganchando, basta de 4-4-2 mentiroso), Luna, Bazán, Juárez, Bertocchi, Nahuel Benítez (si no tenés gol, ¿tan difícil es darle una oportunidad al goleador histórico de las Inferiores del club? Por favor…) y tantos otros que vienen pidiendo pista.
Señor Diego Simeone, gracias por los servicios prestados. Ya puede tener un gesto de grandeza por este enorme club que lo cobijó como si fuera Cuervo desde la cuna. No hace falta que dirija el lunes. Y no hace falta que lo echen.
RODRIGO CASTELLANO
deSanLorenzo.com
Fotos: Fotobaires
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