Hubo indulto a los marginados y algo de fútbol, pero San Lorenzo sigue sin convertir y así se hace difícil ganar. De las últimas diez fechas triunfó tan sólo en una y apenas marcó cuatro goles. Por Martín Jorge Pellice
Si bien el equipo no brilló, a diferencia de otros partidos hoy se vio, o se insinuó algo de fútbol.
Es cierto que aún falta mucho volumen de juego, y sobre todo, se está fallando en un aspecto vital: la definición.
Capaz esa sean algunas de las explicaciones de este empate sin goles, uno más, un punto que deja sabor a poco, muy distante a ese comienzo arrollador en las primeras siete fechas con 15 puntos de entrada. Lo cierto es que hoy el presente es otro.
Con las elecciones casi encima, la gente se acercó en gran número a alentar y acompañar al equipo.
Enfrente esperaba un Newell´s peligroso, que debía ganar para soñar con la Libertadores 2011.
De hecho, el Rojinegro fue el que dispuso de las chances más concretas en la primera etapa, atacando por el sector derecho de la defensa local.
Las combinaciones entre Estigarribia y Formica le creaban peligro continuo a la última línea del equipo de Ramón. Borghello fue el jugador más incisivo.
Lo tuvo en muchas ocasiones, sobre todo en esa que logró sacar Palomino al corner cuando el Memo definía mano a mano frente a Migliore.
San Lorenzo como de costumbre dependía de un Romagnoli que se cargaba el equipo al hombro, haciéndose cargo de la conducción y del comienzo de las jugadas.
La más clara del Ciclón en ese período fue ese cabezazo de Tula tras un corner, que salió con potencia, pero sin dirección y a las manos de Peratta. La Lepra seguía avisando y pisando con frecuencia el área de Migliore.
Tal vez si el Loco no llegaba a tapar ese certero cabezazo de Cichero tras un corner, la suerte hubiera sido otra.
En el complemento los de Ramón salieron más decididos y fueron a buscar el gol.
Iba tan sólo un minuto cuando Aureliano le envió un centro a Menseguez, que de cabeza y tras un desvío del arquero, la pelota fue devuelta por el palo.
Pero esa no fue la única chance. Lo tuvo uno de los indultados Rivero (jugó mucho tiempo gracias a la lesión del chico Luna), pero tardó en definir una posibilidad clarísima.
Más tarde hubo tiempo para Balsas y Sebastián González. Ramón se la jugó y apostó por todo. Pero no hubo caso.
Las que iban bien las tapaba el arquero rival, y las que no, eran mal definidas y se iban lejos o llegaban sin fuerza a las mano del Uno leproso, que jugó infiltrado por una fractura en uno de sus dedos de la mano.
A Newell´s se lo vio un poco más atrás en el complemento, aunque dispuso de algunas chances de ganarlo, pero tampoco pudo.
Un empate que deja poco, pero que permite una mueca de optimismo de que con esta actitud y más trabajo se puede, a pesar de los rumores que hablan de la continuidad o no de Ramón Díaz en el próximo año al frente del equipo, y de las elecciones del próximo fin de semana, que marcarán el camino a seguir.
segunda-feira, 6 de dezembro de 2010
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